Voy a desperdiciar letras y palabras porque ya no me caben. Voy a desgastar el arsenal de verbos que aún me quedan. Dejar de ocultarme entre todas las cosas que no he dicho, que no entiendo, que no sé...
A pesar del desperdicio, del desgaste y de los silencios, hay cosas que aún puedo decir. Aún puedo explicar cómo tiemblo ante la posibilidad de salir a la luz y dejar que las palabras sean mi espejo. O mejor, que sean mi espada para desafiar al mundo.
No es fácil desenvainarla y atacar. Hay tantos ojos y oídos allá afuera esperando para devorarme. Pero no hay vuelta atrás, voy a salir y defenderme.