miércoles, 18 de septiembre de 2013
La mañana, el café y la nada
Tazas de café
quemadas por la madrugada,
rastros de sueños robados
evaporándose.
El smog
dibuja los ojos cansados
de una ciudad
en busca de luz.
Es hora de estrenar un nuevo miedo,
tantas lágrimas esperando por nosotros
en la próxima avenida, en la puerta de al lado...
Apenas puedo con mi tristeza,
apenas logro avanzar hacia la nada.
Esta taza de café
esta única certeza.
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